Micro-relatos, cuentos, críticas y pensamientos...

martes, 22 de julio de 2008

Vacuidad

Una noche bajo la penumbra de la media luna y entre los soplidos de vientos irritados, estaba sentado el muchacho, un frio rodeaba su cuerpo, era tarde y aún no podía ir a casa, atrapado en el lento transcurrir del tiempo (el mismo que en ocasiones contrarias le da con sucederse con mayor rapidez), no le quedaba más, que pensar. Pensar porque no podía hacer nada más, porque la soledad a veces no deja de otra opción; pensaba, no en cosas casuales como la actividad del día o lo que planeaba hacer al día siguiente, sino en aspectos que no poseen tiempo ni lugar, aspectos de la existencia misma; tema en el cual había ya abundado en más de mil ocasiones, y que mis palabras sean interpretadas literalmente, porque mil no hace honor a la cantidad real (muchas más han sido); tantas veces había entonces, pensado, sobre aspectos sin tiempo ni lugar… lo que sucede con esto es, que existe un momento en donde se profundiza tanto que se halla con un vacio, un pozo, el abismo que se encuentra debajo de toda superficie firme; y desde ese momento, solo queda el destello de la melancolía, porque todo y en cuanto te sujeta, se desvanece. Y el que camina es igual al que esta detenido, el que hace es igual al que no hace, y el que tiene es igual al que no tiene; el sentido de las cosas se escapa de las manos y queda vacio. El muchacho, aquella noche, aquel instante, se sentía cansado, o dicho de mejor manera, ya no tenia energías, habían caído en el abismo, junto con sus anhelos, su motivación, su animo; poseía en sí tan solo un gran “deseo” (y no sé si llamarle a éste, deseo, así que me limitaré a ponerlo entre comillas), de dormir para nunca despertar quizás porque ya no existía razón para hacerlo; y en aquel momento, el frio perdió su sabor y llegar a casa o no daba igual, el momento se torno eterno.

Sonó el timbre, ya era tiempo de irse, el transe había terminado.

4 comentarios:

Ryokan dijo...

Esta sensación es común para los asiduos en el pensamiento, diría yo que es algo similar a cuando pronunciamos una palabra muchas veces, existirá un momento en donde la palabra perderá su sentido, su significado, en donde ya nos veremos, quizás inconscientemente, separado del concepto que le hemos atribuido. Y así como las palabras, que en sí mismas no poseen ningún significado más allá del que le atribuimos, así de esa misma manera son muchos aspectos de la vida, existen personas que se mantienen inmersas en este concepto preestablecido por su sociedad, su preocupación no va más allá de tales conceptualizaciones, otros sin embargo (y ahí e de incluirme) viven sorprendiéndose de lo que muchos podrían considerar parte de la rutina, y el simple diario vivir o la vida misma es un fenómeno impresionable y por lo tanto digno de ser razonado y analizado.

Yriaf dijo...

Si, yo he pasado por eso varias veces...repitiendo los mismos pensamientos una y otra vez. Podria considerarlo mi vicio, sip uno de mis vicios perderme en mis propios pensamientos y encontrarme sola en un cuarto lleno de gente. Te digo algo el sentimiento es GENIAL pero hay que cuidarce de que no se torne eterno porque se dejaria de vivir en el real y solo quedaria el imaginario.
Me gusto!!! :P

Ryokan dijo...

Pues si, uno tiene sus momentos :P, ke bueno que te haya gustado

grax por pasar ^^

Zhen dijo...

En mi opinion es bueno sentirse caer en el vacio, y de la manera en que lo expresas para mi es la mejor manera, a manera de trance.

Creeme que yo paso por eso en ocaciones

Buen post Ryo"D